Productores yerbateros de distintas localidades de Misiones, incluyendo Fracrán, San Pedro, El Soberbio y 25 de Mayo, se congregaron en una masiva asamblea sobre la Ruta 14, en San Vicente, donde tomaron una decisión crucial para el futuro inmediato del sector: llevar adelante una "zafra reducida" o cosecha de verano mínima. La medida busca presionar a la industria por mejores precios y condiciones de pago, en un contexto de crisis profunda agudizada por la desregulación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).

La resolución, adoptada por mayoría, representa una postura intermedia y evidencia las divisiones dentro del propio sector productivo. Mientras un grupo de autoconvocados en Campo Grande había decidido días atrás un paro total de la zafriña, la asamblea de San Vicente optó por una cosecha restringida "a la menor cantidad de kilos posible". Esta flexibilidad reconoce la necesidad urgente de ingresos que enfrentan muchas familias rurales para el sostenimiento básico de sus chacras, incluso con precios muy por debajo de lo esperado.

El detonante del conflicto es el desplome del precio de la hoja verde. Aunque el valor de referencia se mantiene en $423,99 por kilo, los productores denuncian que secaderos y molinos están pagando cifras tan bajas como $180. A esto se suma la ruptura de la cadena de pagos, con una multiplicación de cheques rechazados que deja a los colonos sin liquidez y con deudas crecientes.

"La situación se volvió insostenible", señalaron desde la Asociación Misionera de Productores de Yerba Mate (Ampym), convocante del encuentro. La crisis, argumentan, es una consecuencia directa del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del gobierno nacional que eliminó las facultades del INYM para fijar precios y regular la actividad, dejando al mercado en manos de los grandes jugadores de la industria.

Emergencia y reclamos a la política

Durante la asamblea, los productores acordaron unánimemente solicitar a la Legislatura provincial la declaración de la "emergencia yerbatera". Con el respaldo de diputados opositores presentes, se buscará una sesión extraordinaria el próximo 10 de diciembre en Posadas para tratar el tema. Los productores no descartan una movilización masiva para acompañar el pedido.

Las miradas también apuntan a la creación de un instituto provincial que ocupe el vacío dejado por el INYM, o bien, a exigir a la Nación que restituya las herramientas de regulación. "Sin un ente regulador estamos muy complicados los productores", afirmó Fabián Laban, uno de los yerbateros presentes.

La ausencia de funcionarios clave como el ministro del Agro, Facundo López Sartori, y el intendente de San Vicente, Fabián Rodríguez, generó malestar entre los asistentes, quienes sienten un abandono por parte del poder político provincial.

Un sector dividido pero con un objetivo común

Más allá de las diferencias estratégicas sobre si paralizar por completo o reducir la cosecha, el reclamo de fondo es unánime: un precio justo y reglas claras para garantizar la supervivencia de miles de familias productoras. "Vamos a mirar para adelante", expresó el productor Ángel Ozeñuk, llamando a la unidad y al consenso "sin intereses personales".

La decisión de una zafra mínima es una apuesta arriesgada. Busca limitar la oferta de materia prima para forzar un alza en los precios, pero a la vez expone la fragilidad de un sector que no puede permitirse un parate total. Las próximas semanas serán clave para ver si la industria acusa recibo del mensaje y si la política provincial asume un rol activo en la resolución de una de las crisis productivas más graves de los últimos años en Misiones.

Fuentes:

• La Voz de Misiones
• Primera Edición
• El Territorio
• Misiones Opina