Día de la Madre: un festejo con raíces religiosas, comerciales y sentimentales
Cada tercer domingo de octubre, las familias argentinas se reúnen para homenajear a las madres. Pero pocos saben que esta fecha, tan arraigada en el calendario local, no coincide con la del resto del mundo.
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Cada tercer domingo de octubre, las familias argentinas se reúnen para homenajear a las madres. Pero pocos saben que esta fecha, tan arraigada en el calendario local, no coincide con la del resto del mundo. Su origen mezcla historia, religión y decisiones institucionales que la diferenciaron del resto de los países.
El origen religioso del festejo en Argentina
Hasta 1965, el Día de la Madre en Argentina se celebraba el 11 de octubre, en coincidencia con la antigua fecha en la que el calendario litúrgico católico conmemoraba la maternidad de la Virgen María. Cuando el Concilio Vaticano II modificó esa celebración y la trasladó al 1° de enero, la Iglesia argentina optó por mantener una fecha propia. Así fue como el festejo se movió al tercer domingo de octubre, buscando que el día mantuviera su espíritu mariano y, al mismo tiempo, resultara cómodo para las familias, al caer siempre en fin de semana.
Una tradición que resistió el cambio
Con el paso de las décadas, el Día de la Madre en Argentina se fue desligando de su sentido religioso para convertirse en una fecha de encuentro familiar y reconocimiento afectivo. A diferencia de otras efemérides importadas o globalizadas, Argentina mantuvo su fecha única, pese a varios intentos de unificarla con el calendario internacional.
Hoy, el tercer domingo de octubre se convirtió también en un motor económico, especialmente para los rubros de indumentaria, gastronomía, flores, tecnología y perfumería, que ven un fuerte incremento en ventas durante esa semana.
El Día de la Madre en el mundo: una historia de activismo y reconocimiento
En la mayoría de los países, el Día de la Madre se celebra el segundo domingo de mayo, una tradición que nació en Estados Unidos a principios del siglo XX. La promotora de esta conmemoración fue Anna Jarvis, quien en 1908 organizó una ceremonia en honor a su madre fallecida, Ann Reeves Jarvis, una activista que durante la Guerra Civil estadounidense impulsó clubes de madres dedicados a mejorar las condiciones sanitarias y promover la paz. La campaña de Anna logró su objetivo en 1914, cuando el presidente Woodrow Wilson oficializó el “Mother’s Day” como día nacional.
El espíritu original era humanista y pacifista, pero con el tiempo se transformó en una celebración de amor filial y también en un fenómeno comercial global. Países de América Latina, Europa y Asia adoptaron esa fecha de mayo, aunque cada cultura le dio su propio matiz.
Dos fechas, un mismo sentimiento
Mientras el mundo celebra en mayo, Argentina conserva su particularidad de octubre. Más allá de la fecha, el Día de la Madre mantiene un mismo hilo conductor: el reconocimiento al rol afectivo, social y simbólico de las mujeres que crían y acompañan, en todas sus formas y modelos de familia.

